¿Cuál era la necesidad?

Las normas de género influencian el tipo de experiencias de juego en las que los niños y las niñas pueden participar. Esto, en última instancia, impacta su capacidad (o incapacidad) para desarrollar habilidades integrales, ya que la evidencia demuestra que las habilidades que los niños y niñas desarrollan temprano serán útiles en su vida personal, social y académica / profesional. Históricamente, las experiencias a través del juego que han sido priorizadas en Colombia han favorecido el desarrollo de habilidades sociales y emocionales en las niñas al tiempo que fortalecen las habilidades cognitivas y físicas en los niños. Esto se traduce en brechas de género, discriminación y masculinidades tóxicas, entre otros problemas urgentes que refuerzan aún más las normas sociales dañinas.

¿Cuál fue nuestra solución?

Lanzamos una campaña para 1) crear conciencia sobre los sesgos de género que surgen con frecuencia en las experiencias de juego, 2) aumentar el conocimiento sobre el impacto negativo de estos sesgos en el potencial para prosperar en los niños y niñas y 3) impulsar el compromiso de los padres, madres, cuidadores y cuidadoras a participar en experiencias de juego sin sesgos de género. Un esfuerzo crítico en esta campaña es impulsar valores y narrativas sociales y culturales que permitan a todos los niños y las niñas, independientemente de su género, participar en experiencias de juego que les ayuden a desarrollar sus habilidades socioemocionales, su creatividad, su salud física y sus habilidades cognitivas. Las principales acciones de la campaña incluyen 1) una campaña de influenciadores e influenciadoras para promover el compromiso de los padres, madres, cuidadores y cuidadoras a jugar con sus hijos e hijas sin prejuicios de género; y 2) una conversación (apoyada por narrativas visuales y verbales) que involucró a líderes de opinión y grupos de igualdad de género.

¿Cuáles fueron nuestros mayores logros?

¿Cuál fue nuestro alcance y participación?